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No esperaba que los derechos estuvieran disponibles, pero llamó al agente de Claire Keegan, quien dijo que sí
Tale
En 1985, el devoto padre Bill Furlong descubre secretos inquietantes guardados por el convento local y revela verdades personales impactantes. Mientras Cillian Murphy estaba discutiendo trabajar con Tim Mielants nuevamente, la esposa de Murphy sugirió convertir la novela “Small Things Like These” en una película. Después de adquirir los derechos con su socio de producción Alan Moloney, Murphy presentó la idea a Matt Damon, quien había fundado un estudio con Ben Affleck, en el set de esta película.
Y a los niños que fueron arrebatados de ellas
A Damon le gustó la historia y los dos se pusieron a trabajar en la película. Eileen Furlong: Si quieres salir adelante en esta vida, hay algunas cosas que debes ignorar. Dedicado a las más de 56.000 mujeres jóvenes que fueron enviadas a las Instituciones de la Magdalena para “penitencia y rehabilitación” entre 1922 y 1998.
Bill es un irlandés de clase trabajadora
Destacado en 60 Minutes: Red Sea Crisis/False Voters/Finding Cillian Murphy (2024). Solo un vistazo a la dura realidad de las Lavanderías de la Magdalena en Irlanda. Está casado con Eileen y tienen 5 hijas pequeñas en casa.
Bill trabaja en un depósito de carbón y lo entrega a varias personas
Bill se dirige a un convento donde se agita y después de más entregas se preocupa más por los asuntos de las monjas. El terror de Bill lo sigue hasta Navidad mientras vislumbramos su pasado y descubrimos por qué está tan angustiado. Creo que es importante ver la película, pensé que se centraría más en el lado del convento y las atrocidades que tuvieron lugar, pero es la historia de Bill.
Hermosa visión, grandes interpretaciones, 7/10
A lo largo de la película sentí una punzada en el pecho, quería que dijera algo para hacer algo, pero también sabía las repercusiones que él y toda su familia enfrentarían si se atrevieran a cuestionar a la Iglesia. El hecho de que estos infiernos permanecieran abiertos hasta 1998 es una vergüenza para este país y para la Iglesia, sabiendo el poder al que las monjas y los sacerdotes creían tener derecho es indignante.
